El mundo sigue su paso en cuanto avances tecnológicos y algunos futuristas han estado haciendo apuestas que parecen increíbles acerca de lo que vamos a lograr en un futuro no tan lejano.
El futurista Ray Kurzweil, por ejemplo, cree que en 2040 la inteligencia artificial será tan buena que los seres humanos estarán completamente inmersos en la realidad virtual y que, cuando la tecnología llegue a ser tan avanzada como para cambiar a la raza humana de manera irreversible, sucederá algo denominado Singularidad.
Kevin Kelly, que ayudó a lanzar Wired en 1993, cree que los próximos 20 años en el campo de la tecnología serán radicales. Tanto que, según él, los avances tecnológicos harán que los 20 años anteriores “palidezcan” en comparación.
Kelly señala que si nos enviaran al pasado con una máquina del tiempo, aunque solo fueran 20 años, y le contáramos a la gente lo que tenemos en este momento y lo que llegaríamos a tener con el tiempo en los dispositivos móviles: una enciclopedia libre y mapas de calles de la mayoría de las ciudades del mundo, cuadros de resultados en tiempo real y las cotizaciones de la bolsa, informes meteorológicos, archivos PDF de todos los manuales del mundo, etc.; simplemente nos llamarían locos.
“Existe una sensación de que todo lo importante ya ha sucedido, pero en términos relativos, no ha sucedido nada importante todavía. Dentro de 20 años miraremos atrás y diremos que en realidad no ha sucedido gran cosa en los últimos 20 años”.
¿Cómo serán estos cambios alucinantes? Kelly mencionó alguna de sus predicciones en una entrevista con John Brockman en Edge. Son predicciones muy sencillas y no tan futuristas en cuanto son ya bastante previsibles: robots, vigilancia big data… y algo interesante, a los humanos les corresponderá hacer preguntas inteligentes.
Textualmente las cuatro aportaciones de John Brockman:
1. Los robótica será fundamental.
Seguramente la mayoría de las cosas que se van a producir las harán robots y sistemas automatizados, pero los humanos podemos modificarlos y participar en su coproducción en una medida que no fue posible en la era industrial, dice Kelly.
2. Conviviremos con el seguimiento y la vigilancia.
Serán más frecuentes, pero podrían avanzar hacia una “vigilancia pactada”, en la que podamos controlar quién nos está monitorizando y qué es lo que está monitorizando.
Según Kelly, va a ser extremadamente difícil evitar este seguimiento, dado que todas las tecnologías -desde los sensores a la digitalización, la comunicación o las conexiones inalámbricas- intentan monitorizarnos. Internet nos va a monitorizar, dice Kelly. Y el gobierno y las corporaciones también. En realidad no podremos evitarlo. Solo podremos procurar que se haga de manera civilizada, creando una especie de convivencia del seguimiento. La solución podría estar, según él, en informar a la gente sobre quién los está monitorizando y qué es lo que están monitorizando; y darles la capacidad de corregir los seguimientos que son inexactos.
3. Big data. Todo estará relacionado con grandes recopilaciones de datos.
“Nos encontramos en un período en el que las enormes dimensiones de los datos y las variables en tiempo real necesarias para capturarlos, moverlos, procesarlos, mejorarlos, gestionarlos y reorganizarlos, se están convirtiendo en elementos fundamentales para el bienestar”, dice Kelly.
4. Hacer las preguntas correctas será más valioso que encontrar respuestas.
Kelly considera que hacer buenas preguntas será mucho más importante en el futuro que encontrar soluciones puntuales.